Mutaciones Urbanas

Santa Fe y Millonarios negociaron este sábado un empate 1-1 en el clásico 253, que les conviene en su aspiración de estar en los cuadrangulares del torneo Finalización, porque los deja con 23 puntos, parcialmente en el mismo puesto en la tabla de posiciones y con aire en la camiseta para pelear la clasificación en los tres partidos que les faltan.

Santa Fe comenzó igual que un toro de lidia y el jugador más brioso entre los 11 fue Luis Fernando Mosquera, quien a los tres minutos de juego mostró que estaba para una gran faena, pues tiró un remate furioso que mandó la pelota a estrellarse contra el palo izquierdo del arco azul.

Ese fue el primer aviso de Santa Fe, de sus ganas y necesidad de ir por la victoria. Millos casi veía jugar a su oponente. Lo hizo así hasta los 12 minutos, cuando se sacudió mediante un cabezazo de Milton Rodríguez en el área.

Santa Fe mandaba con Mosquera envalentonado: él era quien mejor representaba el símil del toro recién salido del encierro, con su regreso a la titular después de casi todo el torneo en la suplencia. Y a los 15 minutos cambió de ritmo, embistió a Mauricio Casierra, entró al área y tiró un centro arriba, para que desde atrás llegara Luis Manuel Seijas y de cabeza metiera el 1-0.

Ese fue el final de 321 minutos sin goles por parte del equipo albirrojo y un premio para su mejor trabajo hasta entonces. Pero la anotación, en vez de generar más bravura en Santa Fe, tuvo el efecto de un tranquilizante y eso lo aprovechó Millonarios que, al contrario, se despertó del letargo que tenía.

Así, a los 22 minutos Julio salvó a Santa Fe del empate al taparle un disparo por abajo a Milton Rodríguez, aunque a los 24 no pudo atajar el penalti cobrado por el goleador azul que significó el 1-1, luego de un inocente 'jalón' de camiseta de Maximiliano Flotta a Rafael Robayo en el área. La igualdad también era un premio para el empuje de Millos.  

Por el resto de la etapa inicial fue Millonarios el que pudo conseguir el triunfo porque jugó mejor y tuvo el 2-1 a los 33 minutos en los pies de Helinho, quien de media vuelta tiró un disparo que Julio soltó y Robayo no aprovechó.

En el segundo tiempo el partido fue de más pausa, con ambos equipos pensando cuidadosamente en la estocada. Millos eligió el toque y el cambio de ritmo para conseguir su segundo gol. Santa Fe, el orden defensivo y el contragolpe, porque con la pelota volvía a ser atropellado y Mosquera daba señales de cansancio.

No obstante, los dos técnicos hicieron cambios para intentar la victoria. Hernán Darío Gómez mandó a César Valoyes y a Daniel Néculman, los dos delanteros que más han jugado en el torneo, mientras que Óscar Quintabani ordenó el ingreso de Luis Tejada y Javier Araújo, aunque tuvo que meter a José Cuadrado porque Óscar Córdoba se lesionó a los 19 minutos. 

Diez minutos antes se había producido la jugada más polémica del partido, cuando el árbitro Francisco Peñuela anuló una acción de gol de Helinho, por fuera de lugar, después de un jugada colectiva con Johnatan Estrada y Milton Rodríguez.

Luego el tiempo se pasó entre tímidos intentos de ambos equipos, como si al final el empate los hubiera conformado para buscar la clasificación en las tres jornadas que siguen del todos contra todos.

 

Curitiva y BOgota

Durante el último medio siglo la ciudad ha fortalecido

su posición dentro de la realidad mundial. Expertos

en temas urbanos como Richard Rogers, Francois Asher, Manuel Castells, Jaime Lerner, Saskia Sassen y Rem Koolhaas, coinciden en resaltar que los altos índices de crecimiento poblacional, la consolidación de la Globalización y los problemas económicos por parte del Estado, cambiaron la forma de abordar la problemática de las ciudades. Las soluciones parciales antes formuladas de forma aislada por arquitectos, ingenieros o políticos están mandadas a recoger. La complejidad de los desafíos urbanos requiere de un trabajo multidisciplinario. Profesionales de diferentes

áreas deben participar en la construcción de caminos alternativos para superarlos.

El transporte público colectivo - TPC se ha consolidando

como un eje importante para la planeación y gestión de ciudades. Por ser un servicio que atiende a la mayoría de la población, el transporte es un tema que requiere de estudio, innovación e intercambio constante de informaciones entre los diferentes actores involucrados. Las ciudades de los países en desarrollo, al no contar con abundantes recursos económicos tienen el gran desafío de aprender de las soluciones implementadas en diferentes geografías. En otras palabras, a través del benchmaking1 obtener mejores resultados.

Desde este marco vamos a abordar el TPC. El transporte

no es sólo infraestructura. Por el contrario, incluye múltiples variables que tienen un impacto directo en su éxito o fracaso. En ese orden de ideas, el objetivo del artículo es identificar algunas enseñanzas

del TPC en Curitiba, Brasil, que contribuyan con el debate para el mejoramiento de transporte en Bogotá.

El artículo está dividido en cuatro partes. En la primera son caracterizados algunos términos claves. En la segunda, se presenta brevemente el sistema de TPC de Curitiba y su gestión. En la tercera se analiza

la situación del TPC en Bogotá. Finalmente, en forma de consideraciones finales y de propuesta, se resaltan algunos aspectos de los cuales Bogotá puede aprender del TPC en Curitiba. Vale la pena señalar que Curitiba es un centro de benchmarking para Bogotá

desde finales de los 80 y primera mitad de los 90. Durante ese periodo, varios candidatos a la alcaldía y estudiosos de los temas urbanos, dos deellos fueron posteriormente alcaldes, consiguieron entrever el futuro de un transporte menos caótico en Bogota. Hoy Curitiba permite vislumbrar un transporte

verdaderamente integrado y regido por una entidad única. El benchamrking, tomando a Curitiba como modelo, ya funciono y lo hizo exitosamente, aunque fracasó la iniciativa del “solobus” de Jaime Castro, después se logró una aclimatación adecuada con TransMilenio.